La planta de la que os hablamos hoy y que es la protagonista esta semana en nuestra #plantadelasemana, es la vinca. Una planta de exterior muy decorativa y bonita rica en la variedad de formas y de colores que tienen sus diferentes especies además del fácil cuidado que necesita para que luzca radiante.
Sus flores llenas de colores llamativos pueden ser agradables a la vista de cualquiera, pero atención porque debido a tratarse de una planta de contenidos tóxicos por sus componentes alcaloides, puede ser altamente peligrosa para niños y mascotas, por lo que hay que mantenerlas alejados de ellas.
Cuidados
Pero hablemos de sus cuidados. Aunque es una planta que puede tolerar bien las bajas temperaturas e incluso las heladas, siempre preferirá estar en el exterior a una temperatura de unos 20 grados y expuesta al sol pero con algo de sombra.
En caso de que la tengas en interior porque no dispongas de zona ajardinada, debes tener en cuenta que lo mejor para que crezca frondosa y colorida es tenerla directamente en un balcón o filo de ventana, donde la luz de sol sea directa, al igual que la temperatura cálida en los meses más estivales. Solo es necesario que la tierra en la que se encuentre esté siempre ligeramente húmeda y se le incluya abono orgánico al menos cada 15 días.
Una curiosidad que nos hace ver que la vinca no tiene aplicaciones ornamentales exclusivamente:
- Medicina: aunque se trata de una especie tóxica como hemos dicho anteriormente, sus propiedades le permiten aplicaciones medicinales. Las hojas secas y las partes aéreas de la vinca, machacadas, se emplean en heridas (propiedades astringentes y cicatrizantes). Otras propiedades son por ejemplo la hipotensora, antidiarreica o tonificante.
Recuerda siempre consultar a un especialista antes de usar cualquier planta para tratar alguna afección.
¡Nos vemos en el siguiente post!